Familia católica asesinada por ayudar a judíos podría ser beatificada

Redacción Central, 25 Mar. 21 (ACI Prensa).- La familia polaca conformada por Józef y Wiktoria Ulma y sus siete hijos, y que fue asesinada hace 77 años por ayudar a los judíos durante la Segunda Guerra Mundial, podría ser beatificada.

Conocidos como “los samaritanos de Markowa”, eran agricultores que vivieron en la pequeña ciudad polaca de Markowa en el condado de Lancut, distrito de Rzeszow. Fueron asesinados el 24 de marzo de 1944 por los nazis por haber escondido a ocho judíos en su finca.

La Oficina de Comunicación Exterior de la Conferencia Episcopal Polaca informó el 24 de marzo que el caso de la familia Ulma ahora pasará a ser investigada por tres comisiones vaticanas de la Congregación para las Causas de los Santos, partiendo de una positio, es decir, analizando la biografía y evidencia de las virtudes heroicas de los siervos de Dios de Markowa.

El postulador de la causa de beatificación, el P. Witold Burda, dijo que “en el caso de la familia Ulma se trata de demostrar que fueron martirizados por su fe en Cristo, y los perseguidores, unos soldados alemanes, los privaron de la vida por odio a la fe de la familia o por la virtud resultante desde la fe, en este caso el amor al prójimo”.

El Episcopado polaco explicó que el documento será revisado por una comisión de historiadores, y si su opinión es positiva, la positio pasará a la comisión teológica, que investigará si en este caso se presentan tres elementos característicos del martirio.

“Es decir, cómo murieron los siervos de Dios, qué motivó a la familia Ulma, que en 1942 tomaron a ocho judíos bajo su techo, y cuál fue la motivación de los soldados alemanes, que invadieron la finca el 24 de marzo de 1944”, explicó el P. Burda.

Finalmente, la última comisión está formada por obispos y cardenales que resumen el trabajo.

Si esta comisión aprueba la positio, esta llega al Papa Francisco, y el prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos pide que se emita el decreto de aprobación del martirio.

La proclamación de las virtudes heroicas de un candidato a ser elevado a los altares significa que se le concede el título de Venerable Siervo de Dios.

El Episcopado polaco indicó que el proceso de "los samaritanos de Markowa" se separó del proceso de beatificación colectiva de los mártires polacos de la Segunda Guerra Mundial.

Por su parte, el P. Burda reveló que la comisión de historiadores ya se ha reunido y que, teniendo en cuenta las conversaciones preliminares, parece que la positio de la familia Ulma será aprobada.

El Dr. Mateusz Szpytma, vicepresidente del Instituto de la Memoria Nacional de Polonia y cofundador y director del Museo de la Familia Ulma en Markowa, se mostró complacido por la noticia.

“Hasta donde yo sé (...) la documentación está actualmente en manos de la primera de las tres comisiones vaticanas, por lo que ya se encuentra en una etapa avanzada. Estamos a la espera de esta decisión. La preparación de la positio fue un verdadero hito para este proceso”, dijo el experto, quien lleva muchos años investigando sobre polacos que salvaron a los judíos perseguidos, especialmente en su región natal de Podkarpacie.

El P. Burda enfatizó que la singularidad del proceso de beatificación de la familia Ulma radica en que los candidatos a los altares, aparte de los padres, son todos niños. Estos murieron con edades que van desde el año y medio hasta los ocho años de edad.

El nombre de estos son Maria, Antoni, Franciszek, Władysław, Barbara, Stanisława. El séptimo fue un niño no nacido que Wiktoria Ulma llevaba en su vientre.

El P. Burda comentó que uno de los testigos de la exhumación testificó que la cabeza y el pecho del bebé sobresalían del útero de su madre, Wiktoria.

“Es conmovedor que se pueda ver aquí el profundo deseo de todo ser humano de disfrutar de la vida, de venir al mundo. La Congregación ha incluido en el proceso a este niño por nacer, sin nombre y todavía no bautizado”, añadió el postulador del proceso de beatificación.

El P. Burda comentó que los testigos describen el hogar de los Ulma como un lugar lleno de cariño y un ambiente cordial y con valores cristianos, a pesar de sus modestas condiciones.

“Estoy profundamente convencido de que la decisión de aceptar a ocho judíos bajo su techo, con la conciencia de las consecuencias horribles que les amenazaban, fue una decisión conjunta de Józef y Wictoria”, dijo el sacerdote.

El P. Burda agregó que los extranjeros con los que mantiene contacto también están muy interesados en la historia de la familia Ulma. Por ejemplo, un grupo de laicos de Padua (Italia), está organizando una conferencia sobre la familia el 30 de mayo, y las parroquias de Estados Unidos y Filipinas están pidiendo imágenes con oraciones para la beatificación.

El 13 de septiembre de 1995, Yad Vashem reconoció a Jozef Ulma y su esposa, Wiktoria Ulma, como Justos de las Naciones.

En 2004 se inauguró en Markowa un monumento en recuerdo de Josef y Wiktoria Ulma y sus siete hijos.

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