VATICANO, 24 Abr. 21 (ACI Prensa).- El Papa Francisco decidió este sábado 24 de abril extender a la Iglesia universal la veneración de la mística medieval italiana Margherita di Città di Castello, de la Orden Tercera de los Frailes Predicadores, y ordenó inscribirla en el catálogo de los Santos por medio de la fórmula de la canonización equivalente.
La canonización equivalente, también conocida como extraordinaria o a ciencia cierta, solo puede ser establecida por el Pontífice al reconocer y ordenar el culto público y universal de un Siervo de Dios sin haber pasado por el procedimiento ordinario de la canonización formal, es decir, sin necesidad de que medie un milagro.
Durante el pontificado de Francisco se han canonizado por este procedimiento 7 santos: Santa Ángela de Foligno, San Pedro Fabro, San José de Anchieta, Santa María de la Encarnación, San Francisco de Laval, San Bartolomé de Braga y, ahora, Santa Margherita di Città di Castello.
La nueva Santa Margherita di Città di Castello nació alrededor del año 1287 en el burgo fortificado de Metola, Italia, en una familia perteneciente a la pequeña nobleza.
Nació ciega y con graves discapacidades físicas, y su padre la recluyó en una pequeña celda construida junto a la iglesia del castillo para que permaneciera oculta a los ojos de la gente.
Con 15 años Margherita viajó con sus padres a Città di Castello para rezar junto a la tumba del fraile franciscano Giacomo da Città di Castello, fallecido en 1292, en la iglesia de San Francisco, con la esperanza de obtener el milagro que le devolviera la vista.
Pero el milagro no se produjo. Decepcionados, los padres de Margherita la abandonaron de forma definitiva y la confiaron a la solidaridad de los habitantes de Città di Castello.
La niña vivió mendigando durante un tiempo por la ciudad antes de que las religiosas de la pequeña comunidad de Santa Margherita la acogieran.
Su estilo de vida mortificada y sus amonestaciones despertaron la envidia de las monjas, que poco después la despidieron. Entonces fue acogida por un matrimonio cristiano, Grigia y Venturino, junto con sus dos hijos.
Pusieron a su disposición una pequeña celda en su hogar para que pudiera tener su espacio en el que dedicarse a la oración, la contemplación y la penitencia.
Al mismo tiempo, Margherita ofreció educación cristiana a los hijos del matrimonio y se dedicó a las obras de caridad visitando a los encarcelados y a los enfermos.
Frecuentaba a diario la iglesia de la Caridad de los Frailes Predicadores y entró a formar parte de los Terciarios Seculares de Santo Domingo. Se dedicó a la oración, a la confesión diaria, a la comunión frecuente y a la meditación del misterio de la Encarnación.
Falleció el 13 de abril de 1320 en Città di Castello.
Otros decretos
Este sábado 24 de abril el Santo Padre también autorizó la promulgación de los decretos que reconocen el martirio en 1936 de 6 sacerdotes y 6 laicos redentoristas asesinados por odio a la fe durante la Guerra Civil Española. El grupo está encabezado por el sacerdote Vicente Nicasio Renuncio Toribio.
Asimismo, autorizó el decreto que reconoce las virtudes heroicas del Siervo de Dios Cardenal Pietro Marcellino Corradini, Obispo de Frascati, nacido el 2 de junio de 1658 en Sezze, Italia, y fallecido en Roma el 8 de febrero de 1743.
El Siervo de Dios Emanuele Stablum, religiosos de la Congregación de Hijos de la Inmaculada Concepción, nacido el 10 de junio de 1895 en Terzolas, Italia, y fallecido en Roma el 16 de marzo de 1950.
El Siervo de Dios Enrique Shaw, fiel laico y padre de familia, nacido en París el 26 de febrero de 1921 y fallecido en Buenos Aires el 27 de agosto de 1962.
La Sierva de Dios María de los Desamparados Portilla Crespo, fiel laica y madre de familia nacida el 26 de mayo de 1925 en Valencia, España, y fallecida en Madrid el 10 de mayo de 1996.
Las Virtudes heroicas de la Sierva de Dios Anfrosina Berardi, fiel laica nacida el 6 de diciembre de 1920 en San Marco di Preturo, Italia, y fallecida el 13 de marzo de 1933.
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