Desde los tiempos de la Segunda Enmienda a la Constitución de Estados Unidos (promulgada el 15 de septiembre de 1791) hasta nuestros días, con pequeñas variaciones, se protege el derecho del pueblo estadounidense a poseer y portar armas.
Hogar, armado hogar
Los tiroteos masivos que han estremecido periódicamente a la población de la Unión Americana provocan agrios debates en la prensa y entre las organizaciones de derechos humanos, sin embargo, no se ha saldado todavía el resultado pendiente de si se está a favor o en contra de limitar este derecho.
Echar un vistazo a la relación de los ciudadanos estadounidenses con las armas de fuego da una visión más profunda sobre este asunto, visión que hará muy complicada cualquier modificación que se pretenda llevar a cabo de la muy traída y llevada Segunda Enmienda.
Primero que nada hay que dejar en claro el porcentaje de la población que tiene, legalmente, un arma de fuego en su casa. Los sondeos han arrojado el siguiente resultado: tres de cada diez adultos estadounidenses (30 por ciento) dicen que viven en un hogar que posee armas y once por ciento señala que viven con alguien que también tiene armas.
Crecer entre pistolas
Para un adulto medio de Estados Unidos, las armas no son extrañas: 48 por ciento de los adultos de este país crecieron en un hogar con armas de fuego y 72 de cada cien ciudadanos han disparado un arma en algún momento de su vida (incluyendo 55 por ciento que ni siquiera poseen un arma).
Entre los que poseen armas, 66 por ciento afirman que tienen en casa más de una y veinte por ciento poseen cinco o más armas. La mayor parte son pistolas (72 por ciento); 62 por ciento poseen un rifle y 54 por ciento una escopeta. Siete de cada diez estadounidenses que poseen armas subrayan que “no se ven a sí mismos” viviendo sin estar armados.
¿Cuál es el motivo para tener un arma cercana, en la misma casa donde se habita? Dos tercios de los propietarios (67 por ciento) señalan como la razón más importante la protección, sobre todo entre las mujeres poseedoras de armas. A la protección le siguen la caza, el tiro deportivo y el trabajo que realizan.
División de opiniones
No obstante, la mayoría de los estadounidenses dice que las leyes sobre armas deberían ser más estrictas . Según una encuesta realizada en septiembre de 2019, la proporción de estadounidenses que dicen que las leyes sobre restricción de armas deberían ser más estrictas aumentó del 52 por ciento en 2017 a 60 por ciento este año.
Como en prácticamente todo el espectro político y social, republicanos y demócratas están profusamente divididos en cuanto a la restricción al acceso a las armas de fuego, los mismo sobre si los cambios podrían aminorar la frecuencia de los tiroteos masivos en la Unión Americana.
Casi la mitad de los adultos (47 por ciento) piensa que habría menos tiroteos masivos si fuera más difícil para las personas obtener armas legalmente, mientras que una proporción similar (46 por ciento) dice que no habría diferencia. Muy pocos (seis por ciento) dicen que habría más tiroteos masivos si fuera más difícil para las personas obtener armas legalmente.
Fuego cercano
En otros datos, 44 por ciento de los estadounidenses conoce personalmente a alguien que recibió un disparo de arma de fuego (accidental o intencionadamente) y 23 por ciento dice que alguien ha usado un arma para amenazarlos o intimidarlos a ellos o a alguien de su familia.
Las muertes por arma de fuego han venido incrementándose en los últimos años. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, los casi 40.000 estadounidenses que murieron por lesiones relacionadas con armas de fuego en 2017 marcaron un aumento de 19 por ciento desde 2012 y el total anual más alto desde mediados de la década de 1990.
El aumento de las muertes por armas de fuego en cinco años incluyó un aumento de 15 por ciento en los suicidios con armas de fuego y un aumento de 25 por ciento en los asesinatos con armas de fuego (12 muertes por arma de fuego por cada 100.000 habitantes en 2017).
*Con información del Pew Research Center*
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