(ZENIT – 27 oct. 2019).- El Papa Francisco ha señalado que, aunque la exhortación postsinodal “no es obligatoria” para el Santo Padre, “de todas maneras, una palabra del Papa de lo que ha vivido en el Sínodo puede hacer bien”, y ha adelantado que le gustaría hacerla antes de fin de año.
El Pontífice dio las claves para la lectura del documento final del Sínodo, después de que el Secretario General del Sínodo, Cardenal Lorenzo Baldisseri, al final de tres semanas de discusiones sobre la proclamación del Evangelio en el Amazonas, este sábado 26 de octubre de 2019 por la tarde.
En particular, el Papa agradeció los “medios de comunicación” y les pidió que, en sus presentaciones del documento final, prestaran especial atención a los “diagnósticos”, que él consideraba los “mejores” del documento: los 4 diagnósticos culturales, ecológicos, sociales y pastorales.
Asimismo, durante su discurso de clausura, Francisco ha hablado de la importancia de las mujeres en la Iglesia y asume que hay que seguir trabajando en este aspecto; también ha exhortado a “no tener miedo” para buscar nuevos ministerios.
Además, el Papa ha asumido el pedido de “rellamar a la Comisión”, o quizás abrirla con los nuevos miembros para seguir estudiando como existía en la Iglesia primitiva el diaconado permanente; y ha propuesto que los jóvenes religiosos, durante su periodo de formación, se vayan un año por lo menos a algún país de fronteras, así como para los sacerdotes del servicio diplomático del Vaticano.
A continuación, ofrecemos el discurso completo:
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Discurso del Papa Francisco
Primero de todo quiero agradecer a todos ustedes que han dado este testimonio de trabajo, de escucha, de búsqueda, de buscar, poner en práctica este espíritu sinodal que estamos aprendiendo quizás a fijar y que todavía no atinamos a completarlo pero estamos en un buen camino, estamos en un buen camino, y estamos entendiendo cada vez más que es esto de caminar juntos, y estamos entendiendo que significa discernir, que significa escuchar, que significa incorporar la rica tradición de la Iglesia a los momentos coyunturales.
Algunos piensan que la tradición es un museo de cosas viejas, ¿no? A mí me gusta repetir aquello que Gustav Mahler decía: “La tradición es la salvaguarda del futuro y no la custodia de las cenizas. Es como la raíz de la cual viene la savia que hace crecer el árbol para que de frutos. Es como andar adelante, como concebían los primeros padres lo que era la tradición. O sea, recibir y caminar en un mismo sentido. Con esa triple dimensión tan linda, de Vicente de Lerins, ya en el siglo noveno. Gracias por todo esto.
Uno de los temas que se ha votado que tuvieron mayoría –tres temas tuvieron mayoría para el próximo Sínodo– es el de la sinodalidad. Yo no sé si será elegido ese o no, todavía no me he decidido, estoy reflexionando y pensando, pero ciertamente puedo decir que hemos caminado mucho y todavía tenemos que caminar más en este camino de la sinodalidad. Muchas gracias a ustedes por esta compañía.
La exhortación postsinodal –no es obligatorio que el Papa lo haga, ¿eh?–, lo más fácil sería decir “bueno, acá está el documento, vean ustedes”. De todas maneras, una palabra del Papa de lo que ha vivido en el Sínodo puede hacer bien. Yo quisiera hacerla antes de fin de año, de tal manera que no pase mucho tiempo. Todo depende del tiempo que tenga para pensar. (Aplauso)
Hablamos de cuatro dimensiones. La dimensión cultural la hemos trabajado, hablamos de inculturación, de valoración de la cultura, eso con una fuerza muy grande, y yo quedé contento con lo que se ha dicho al respecto, que está dentro de la tradición de la Iglesia. La inculturación, ya Puebla había abierto esa puerta, por nombrarlo más cercano.
Segundo: la dimensión ecológica. Quiero rendir homenaje a uno de los pioneros de esta conciencia dentro de la Iglesia, es el patriarca Bartolomé de Constantinopla, fue de los primeros que abrieron camino para crear esta conciencia, y después de él tantos lo han seguido y con esa inquietud y cada vez con aceleración de progresión geométrica en el equipo de París y siguiendo los demás encuentros, ahí nació Laudato Si’ en la que trabajó tanta gente, trabajaron científicos, teólogos, pastoralistas… Bueno, esta conciencia teológica que va delante y que hoy nos denuncia un camino de explotación compulsiva, de destrucción, en la cual en la Amazonia es uno de los puntos más importantes de esto. Es un símbolo, yo diría.
La dimensión ecológica en la que se nos juega el futuro, ¿no es cierto? en las manifestaciones hechas por los jóvenes, ya sea en el movimiento de Greta o tantos otros. Los chicos salían con el cartel “el futuro es nuestro”, o sea, no decían “ustedes por nuestro futuro”, decían: “es nuestro”. Ya la conciencia del peligro ecológico que hay con eso, evidentemente no solo en la Amazonia, en otros lugares; el Congo es otro punto, otros sectores… En mi patria está El Chaco, la zona del impenetrable también, que es pequeña pero también conocemos esto de alguna manera.
Junto a la dimensión ecológica está la dimensión social de la cual hablamos, que ya no es solo lo que se explota salvajemente, lo creado, la Creación, sino las personas y en Amazonía aparece todo tipo de injusticias, destrucciones de personas, explotación de personas a todo nivel y destrucción de la identidad cultural.
Me acuerdo que llegando a Puerto Maldonado –creo que lo dije esto–, en el aeropuerto, no más, donde había una imagen de una chica muy linda, muy bonita, que decía: “Defendete y cuidate de la trata”, o sea, la advertencia al turista que llega. La trata es mucha, ¿no? Y la trata al más alto nivel de corrupción, pero de personas… a todo nivel. Y esto junto con la destrucción de la identidad cultural, que es otro fenómeno que ustedes han señalado muy bien en el documento. La identidad cultural, cómo se destruye…
Y la cuarta dimensión, que es la que incluye todas, y yo diría que es la principal, es la pastoral. El anuncio del Evangelio urge, pero que sea entendido, que sea asimilado, que sea comprendido por esas culturas.
Y se habló de laicos, de sacerdotes, de diáconos permanentes, de religiosos y religiosas, un que apuntar a ese punto. Y se habló de lo que hacen, y fortalecer eso. Se habló de nuevos ministerios, inspirados en la Ministeria quaedam de Pablo VI, tener creatividad en esto. Creatividad en los nuevos ministerios y ver hasta donde se puede llegar.
Se habló de seminarios indígenas, y con mucha fuerza. Yo le agradezco la valentía que tuvo el cardenal O’Malley para esto, porque nos puso el dedo en la llaga en algo que es una verdadera injusticia social, que no se les permite, de hecho, a los aborígenes el camino seminarístico y el camino del sacerdocio, ¿no? Creatividad en todo esto, de nuevos ministerios.
Asumo el pedido de rellamar a la Comisión, o quizás abrirla con los nuevos miembros para seguir estudiando como existía en la Iglesia primitiva el diaconado permanente. Ustedes que llegaron a un acuerdo entre todo que no era claro. Yo entregué eso a las religiosas, a la Unión General de Religiosas que fueron las que me pidieron la investigación, se lo entregué, y ahora, cada uno de los teólogos está con su línea buscando, investigando en eso. Yo voy a procurar rehacer esto con la Congregación para la Doctrina para la Fe y asumir nuevas personas en esta Comisión recojo el guante que han puesto por allí (las mujeres), y “que seamos escuchadas”. Recojo el guante. (Aplauso).
Aparecieron algunas cosas que hay que reformar, la Iglesia siempre tiene que ir reformándose, ¿no? la formación sacerdotal en el país. Algunos países, oí decir, acá se dijo una vez, que yo haya escuchado, que se notaba una cierta falta del celo apostólico en el clero de las zonas no amazónicas respecto a la zona amazónica. El cardenal Filoni hemos tenido dificultades cuando una congregación religiosa deja un vicariato de encontrar sacerdotes de ese país que tomen el vicariato. “No, claro, yo no soy para eso”. Bueno, eso hay que reformarlo, ¿no? La formación sacerdotal en el país, que es universal, y que hay una responsabilidad de hacerse cargo de todos los problemas de países geográficos, digamos, de esa conferencia episcopal. Pero reformar eso, que no exista la falta de celo.
Lo mismo algunos, recuerdo dos, señalaron el tema que quizás no se vea la falta de celo tan fuerte, perdón, haya falta de celo, fuerte o no en jóvenes religiosos como una cosa que hay que tener en cuenta. Bueno, los jóvenes religiosos tienen una vocación muy grande y hay que formarlos en el celo apostólico para ir a las fronteras. Sería bueno que en el plan de formación de los religiosos existiera una experiencia de un año o más en regiones limítrofes.
Lo mismo, y esto es una sugerencia que he recibido, por escrito, pero la digo, que en servicio diplomático de la Santa Sede, en el curriculum del servicio diplomático, los jóvenes sacerdotes, al menos pasen un año en tierra de misión, pero no haciendo el tirocinio en el nunciatura, como se hace y es muy útil, sino simplemente al servicio de un obispo en un lugar de misión. Eso será estudiado pero también es una reforma a ver.
Y la redistribución del clero en el mismo país. ¿No es cierto? Se dijo, refiriéndose a una situación, hay una cantidad grande de sacerdotes de ese país en el primer mundo, dígase Estados Unidos o Europa, etc, y no hay para mandar a la zona amazónica de ese país. Eso habrá que evaluarlo, pero estar de acuerdo.
Los fidei donum interesados. Es verdad que a veces, y esto me pasó a mí siendo obispo en otras diócesis, te viene uno que vos lo mandaste a estudiar y se enamoró del lugar y quedó en el lugar y con todo lo que ofrece el primer mundo y no te quiere volver a la Diócesis y claro, uno por salvar la vocación cede, pero en ese punto, tener mucho cuidado y no favorecer. Agradezco los verdaderos sacerdotes fidei donum que vienen a Europa de África, de Asia, y de América. Pero los que son fidei donum, que devuelven aquel fidei donum que hizo Europa para con ellos, pero es un peligro los que vienen y se quedan… Una cosa un poco triste, me decía un obispo de Italia que tiene tres de estos que se quedaron y que van a celebrar una misa a los pueblitos de la montaña si antes no les llega la oferta. Esto es histórico, de acá, de ahora. Estemos alerta con eso y seamos valientes en hacer esas reformas de redifusión del clero del mismo país.
Y un punto de la parte pastoral fue de la mujer, ¿no es cierto? Evidentemente, la mujer, lo que se dijo en el documento queda corto, de lo que es la mujer, en la transmisión de la fe y en conservar la cultura. Quisiera solamente subrayar esto: Que todavía no hemos caído en la cuenta de lo que significa la mujer en la Iglesia, y por ahí nos quedamos solamente en la parte funcional, que es importante, que tiene que estar en los consejos o en todo lo que se dijo, eso sí, pero el papel de la mujer en la Iglesia va mucho más allá de la funcionalidad, y eso es lo que hay que seguir trabajando.
Después se habló de reorganizaciones. Se hace al final del documento y vi que algunos, por los votos, no les parecía. Organismos de servicio, siguiendo a la REPAM. Hacer una especia de no sé, que la REPAM tenga más consistencia, una especial de conferencia amazónica, de cara amazónica. No sé… de progresar en la organización, progresar en las semi-conferencias episcopales, o sea, que haya una conferencia episcopal del país, pero también que haya una semi-conferencia episcopal parcial de una zona. Y eso se hace en todos lados, acá en Italia está la conferencia episcopal lombarda… O sea, hay conferencias episcopales que tienen conferencias sectoriales. ¿Por qué no los países que tienes conferencias hacer pequeñas conferencias episcopales amazónicas que pertenecen a la general pero que trabajan su trabajo? Ir organizando su estructura de tipo REPAM, tipo CELAM amazónico, no sé. Ir abriendo, abriendo…
Se habló de una reforma ritual, a veces los ritos, esto está dentro de la competencia de la Congregación para el culto divino, y puede hacerlo, siguiendo los criterios, y sé que lo pueden hacer muy bien, y hacer las reformas necesarias que la inculturación quiere, pero siempre jueguen al desborde, siempre más allá. No solo organización ritual, organización de otro tipo, lo que vaya inspirando el Señor. De las 23 iglesias con rito propio, que se mencionaron en el documento, que fueron saliendo, al menos en el pre-documento, que al menos 18, si no 19, son iglesias sui iruis que empezaron de chiquito, ir armando tradición hasta donde el Señor nos lleve, no tenerle miedo a las organizaciones que custodian una vida especial, siempre con la ayuda de la Santa Madre Iglesia, madre de todos que nos va guiando en este camino para no separarnos. No le tengan miedo.
Y respecto a la organización de la Curia Romana, también una contribución. Me parece que hay que hacerlo. Y yo hablaré como hacerlo con el cardenal Turkson: Abrir una sección amazónica dentro del Dicasterio para el desarrollo humano integral, de tal manera que como no tiene trabajo, le doy más.
Quiero, antes de agradecerles a ustedes, que ya lo hice, quiero agradecer a todos los que trabajaron fuera de este aula, bueno, algún secretario que han ayudado… a la secretaría escondida, a los medios, al equipo de difusión, a los que prepararon los encuentros y las informaciones, y a los grandes escondidos que hicieron posible que la cosa vaya adelante. La famosa regia, ¿no es cierto? que han ayudado tanto. Incluyo a la presidencia y a la secretaría general que han ayudado con todo.
Y un agradecimiento a los medios de comunicación, –que yo pensé que iban a estar acá para escuchar la votación, como es pública la votación– por lo que han hecho. Gracias por este asunto, por esta favor que nos hacen al difundir este Sínodo. Yo les pediría un favor: que en la difusión que hagan del documento final, se detengan sobre todo en los diagnósticos, que es la parte pesada, que es la parte realmente donde el Sínodo se expresó mejor. El diagnóstico cultural, el diagnóstico social, el diagnóstico pastoral, y el diagnóstico ecológico, porque la sociedad tiene que hacerse cargo de esto.
El peligro puede ser que se entretengan quizás –no digo que lo hagan–, pero la sociedad lo pide, a veces, el “a ver que decidieron en esta disciplinar, que decidieron en otra”, “ganó este partido, perdió este”, en pequeñas cosas disciplinares, que tienen su trascendencia, pero que no harían el bien que tienen que hacer en este Sínodo, que la sociedad se haga cargo del diagnóstico que nosotros hemos realizado, en las cuatro dimensiones. Yo le pediría a los medios que lo hagan.
Siempre hay un grupo de cristianos “elite” que les gusta meterse, como si fuera lo universal, en este tipo de diagnósticos, más pequeñitos, o en este tipo de resoluciones más disciplinares intraeclesiásticas, no digan intereclesial, intraeclesiásticas, y hacer al mundo: ganó tal sección, ganó tal otra. No, ganamos todos en los diagnósticos que hicimos y hasta donde llegamos en las cuestiones pastorales e intraeclesiásticas. Pero que no se encierren en eso.
Pensando hoy en estas “elites” católicas y cristianas, pero sobre todo católicas, que quieren ir a la “cosita” y se olvidan de lo grande, me acordé de una frase de Péguy, la fui a buscar, trato de traducirla bien, creo que nos puede ayudar. Cuando describe a estos grupos que quieren la “cosita” y se olvidan de la “cosa”. “Porque no tienen el coraje de estar con el mundo, ellos se creen estar con Dios, porque no tienen el coraje de comprometerse en las opciones de la vida del hombre se creen de luchar por Dios, porque no aman a ninguno, se creen amar a Dios”. A mí me iluminó mucho. No caer prisioneros de estos grupos selectivos que del Sínodo van a querer ver qué se decidió sobre este punto intereclesiástico o sobre este otro, y van a negar el cuerpo del Sínodo, que son los diagnósticos que hemos hecho en las 4 dimensiones
Gracias de corazón, perdónenme la petulancia y recen por mí, por favor.
© Transcripción de zenit
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