Rubén Caicedo fue rescatado por el Refugio Espíritu Santo (Guayaquil, Ecuador) y ahora deslumbra con su talento artístico
Lo confiesa el propio Rubén Caicedo. Pasó mucha hambre en la calle. Fueron días cargados de incertidumbres, problemas. Hasta que un día, mientras estaba pidiendo comida, se cruzó con un funcionario de Resa.
He aquí las siglas de lo que se conoce en Guayaquil (Ecuador) como Refugio Espíritu Santo.
En ese momento, prosigue Rubén, lo ayudaron y le ofrecieron acudir a la iglesia donde se encontraba el refugio. Desde ese momento, la vida de Rubén cambió completamente.
De la calle a triunfar con el arte
La historia de Rubén, la de un refugiado colombiano que llegó a Ecuador debido a la violencia armada que se vivía en su país, es recogida por la Arquidiócesis de Guayaquil y muestra cómo ayudar y ofrecer oportunidades es tan importante para cambiarla la vida a la gente.
“Cuando Rubén llegó al departamento psicológico de Resa estaba bastante nervioso porque él vive una situación muy difícil como refugiado”, expresó la psicóloga Gabriela Cuero.
“En Resa se le dio la oportunidad de descubrir esta capacidad de pintar y nos dimos cuenta de su talento. Sus cuadros representan su experiencia con la violencia y el abandono, sus sentimientos y está siempre en busca de una musa”, agregó en cuanto a la capacidad artística hasta ahí “escondida” de Rubén.
Inauguración de exposición artística
El pasado 10 de diciembre fue inaugurada finalmente la exposición artística que tiene a Rubén como protagonista. Sus obras se caracterizan por la mezcla de materiales y técnicas.
“En en mis obras lo que muestro es la valentía, la dulzura, la dimensión de la mujer, parte de mi vida y lo que es Resa”, expresó Rubén, prosigue la web de la Arquidiócesis de Guayaquil.
Para Rubén, “la mujer es el ser más maravilloso de la Tierra”. En ese sentido, no deja de recordar un momento clave en su vida cuando fue testigo de la muerte de una madre que protegía a su hijo de la guerrilla armada en Colombia.
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