¿El peligroso para una embarazada vacunarse contra la COVID-19?

Responde el doctor Justo Aznar, director del lnstituto de Ciencias de la Vida de la Universidad Católica de Valencia

Una pregunta que se hacen muchos matrimonios o parejas es si la vacunación contra la COVID-19 puede afectar a la mujer de alguna forma si se queda o está embarazada y a sus embriones o fetos. Ante esto, se pueden plantear diversas circunstancias que vamos a analizar en forma de preguntas.

1¿Puede la vacunación contra la COVID-19 ser perjudicial para la mujer embarazada?

Hasta que haya más datos disponibles a partir de ensayos clínicos o estudios médicos adicionales a los hasta ahora realizados, se puede afirmar que en el momento actual es muy escasa la información existente sobre si vacunar a las mujeres embarazadas puede tener efectos negativos para ellas (1, 2, 3, 10).

Para tratar de conseguir dichos datos, las firmas farmacéuticas Pfizer y Moderna, principales productoras de vacunas mRNA, están en el momento actual analizando los ensayos clínicos por ellas realizados para tratar de evaluar más pormenorizadamente el posible efecto que la vacunación puede tener en las mujeres embarazadas (1).

También la FDA norteamericana y los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades de ese mismo país, están desarrollando sistemas que ofrezcan la mayor seguridad posible para obtener información de los ensayos hasta ahora llevados a cabo sobre el efecto de la vacunación en las mujeres embarazadas (1). Pero mientras se consiguen dichos informes, la FDA norteamericana manifiesta que las mujeres embarazadas podrían vacunarse contra la COVID-19 (2), opinión sustentada también por la OMS (2,5), el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (4) y el Centro para el Control y Prevención de las Enfermedades norteamericano (1, 10), pues según ellos, en el momento actual no hay suficiente evidencia médica para afirmar que existan riesgos específicos que puedan contrarrestar el beneficio de la vacunación de las embarazadas (2). Es decir, en su opinión, se puede afirmar que la vacuna contra la COVID-19 no es perjudicial para las embarazadas (1, 2, 3 y 4), por lo que las vacunas deberían estar disponibles y ser administradas a las embarazadas que deseen vacunarse.

Sin embargo, el Real Colegio de Obstetras y Ginecólogos británico y también el Real Colegio de Matronas del mismo país, recomiendan que solamente se vacunen dos grupos de mujeres embarazadas: a) las que estén incluidas en grupos de alto riesgo médico, pues si desarrollan la COVID-19 ésta puede evolucionar gravemente y b) aquellas otras que, pertenezcan a un grupo de alto riesgo profesional, como pueden ser las sanitarias y las cuidadoras de residencias de ancianos. Por todo ello, ambos Colegios profesionales aconsejan que si una mujer no está incluida en alguno de los dos grupos anteriores no se vacune si está embarazada (2, 6). En ese mismo sentido, el Comité Conjunto de Vacunación e Inmunización inglés, reconoce los potenciales beneficios de la vacunación en mujeres incluidas en grupos de alto riesgo, por lo que solamente a éstas se les recomienda vacunarse (5).

Pero ¿a qué puede deberse esa diferencia de criterio entre los expertos norteamericanos y los ingleses? Los del Reino Unido sostienen que, como la acción de las vacunas no ha sido suficientemente valorada en mujeres embarazadas, es mejor esperar a que se disponga de más datos antes de recomendar su vacunación, excepto de las embarazadas que estén incluidas en los grupos de riesgo anteriormente referidos. En cambio, los norteamericanos piensan que se debe dar a las embarazadas la opción de vacunarse si así lo desean (10).

Resumiendo, a nuestro juicio, se puede afirmar que la evidencia médica obtenida de los ensayos clínicos hasta ahora realizados es insuficiente para conocer los posibles efectos adversos de la vacunación de las embarazadas, por lo que parece prudente posponer la vacunación hasta que concluya el embarazo, pero sí que es conviene que se vacunen las embarazadas incluidas en los grupos de riesgo anteriormente referidos.

2¿Se puede afectar el embrión o el feto si se vacuna una embarazada?

Hasta el momento no existe evidencia médica de que la vacuna contra la COVID-19, pueda afectar al embrión o al feto de las embarazadas (1, 6, 10), ya que el mRNA de la vacuna tiene una vida media muy corta, pues se degrada fácilmente tras ser administrada; esto es por lo que las vacunas deben ser conservadas a muy baja temperatura y ser utilizadas rápidamente después de su preparación. Una vez que la vacuna ha sido inyectada en nuestro organismo, éste destruye las pequeñas cantidades de mRNA que permanezcan en el cuerpo, por lo que es prácticamente imposible que el mRNA de la vacuna puede pasar al feto a través de la placenta (1, 10).

3¿Se puede afectar el embrión o el feto en el caso de que la mujer se vacune en circunstancias en las que se pueda quedar embarazada y el embarazo se produzca?

En relación a las mujeres que puedan quedarse embarazadas inmediatamente después de recibir la vacuna, no existe evidencia médica de que, el embrión o el feto puedan afectarse negativamente en esas circunstancias, pues sus células, las de la mujer, metabolizan con rapidez el mRNA de la vacuna, por lo que ésta no puede afectar al embrión o al feto. Esto apoya la idea de que no parece necesario evitar un embarazo después de la vacunación (1, 3). Sin embargo, para aquellas mujeres que aún tengan dudas sobre lo que hacer, una solución óptima podría ser no tener relaciones sexuales durante unos 20 días después de la vacunación, pues en ese tiempo es previsible que la vacuna ya no tenga ninguna opción de afectar al embrión o al feto.

4¿Puede la mujer vacunarse durante la lactancia?

Al parecer no existe evidencia médica sobre la probabilidad de que la vacuna pueda afectar a la madre lactante o a sus hijos. Por ello, se puede afirmar que la mujer lactante puede vacunarse (1, 3, 10).

5¿Puede la vacuna afectar a la fertilidad de la mujer?

No existe ninguna evidencia médica sobre ello. Así el Real Colegio de Matronas y el Real Colegio de Obstetras y Ginecólogos ingleses, manifiestan que no hay un mecanismo biológico plausible acerca de que la vacuna contra la COVID-19 cause infertilidad en la mujer (7, 9, 11).

También la Sociedad Británica de Fertilidad y la Asociación de Científicos Reproductivos Clínicos, han hecho público un documento que manifiesta que absolutamente no existe evidencia, ni razón teórica, de que ninguna vacuna pueda afectar a la fertilidad de la mujer o del hombre (7 y 8).

6¿Puede la mujer embarazada que padece la COVID-19 desarrollar una enfermedad más grave que la mujer no embarazada?

La mujer embarazada con COVID-19 tiene riesgo de desarrollar una enfermedad más grave que una mujer no embarazada en edad reproductiva (6, 10). También podría tener mayor riesgo de tener problemas relacionados con el embarazo y el parto, especialmente parto prematuro, hipertensión y hemorragias post-parto (1, 2, 10).

Artículo publicado originalmente por el Observatorio de Bioética de la Universidad Católica de Valencia y reproducido por Aleteia con permiso expreso

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