El testimonio en Aleteia de un fraile capuchino desde uno de los sitios más afectados por la pandemia del coronavirus en Brasil
“Aquí es difícil debido a la aparición de nuevas cepas, que son más transmisibles”. Con estas palabras comienza el relato en Aleteia fray Smaley Ferreira Sarmento. Se trata de un brasileño capuchino desde 2006, residente en Rorainópolis (Roraima), pero actualmente con unos días en Manaos.
Precisamente, esta ciudad del noreste del Brasil, capital del estado de Amazonas, vive desde hace semanas una verdadera pesadilla no solo por la falta de insumos como el oxígeno, colapso sanitario, cementerios saturados, sino también por haber sido protagonista de unas de las variantes del virus (P.1) que más preocupa a Brasil, a la región y que incluso ha llegado a lugares como Reino Unido. En ese sentido, a pesar del inicio de la vacunación en Brasil, la aparición de nuevas cepas lleva a que el virus sea más trasmisible.
Por otro lado, a nivel país, los casos de coronavirus siguen generando números récords de manera diaria a poco más de un año de la llegada de la pandemia. Brasil, hasta ahora tiene más de 11 millones de casos confirmados y un número de fallecidos superior a los 268.000.
Los capuchinos, bálsamo en la Amazonía
Pero en medio de las horas más difíciles, la acción de algunas congregaciones, como el caso de los hermanos capuchinos de la Custodia de Amazonas y Roraima, se ha hecho más que latente.
Es en este lugar, donde además del famoso barco hospital papa Francisco (iniciativa de los frailes menores en Pará), los capuchinos vienen desarrollando diversos proyectos. Uno de ellos, por ejemplo, “S.O.S oxígeno”.
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Es aquí donde prosigue el testimonio de fray Smaley desde Manaos paraAleteia, una voz que merece ser escuchada.
“La falta de organización del gobierno para remediarlo todo provocó el colapso de los hospitales. Situación vivida también en otros estados de Brasil. Actualmente, se habla de la ‘3ª ola’”, manifiesta.
Ante esto, el fraile capuchino recuerda que fue necesario actuar junto a otras organizaciones para colaborar en medio de tantas necesidades.
“Para remediar las situaciones, hemos trabajado con otras instituciones para proporcionar los elementos necesarios como bombonas de oxígeno, cestas básicas y material de higiene y limpieza, especialmente para los más necesitados”, indica.
Capuchinos en la Amazonía:
Del lado de los menos favorecidos
Por último, palabras más que emotivas cargadas de misión y acción de gracias en medio de tanto dolor.
“Nuestro agradecimiento por todas las iniciativas de cuidado de nuestra región, provenientes de todos los círculos eclesiales y también fuera de él”, expresa el fraile capuchino.
“Agradecemos las oraciones y todo lo que nos ha ayudado como hermanos y hermanas a tener más fe en la vida, en Dios, nuestro Padre, y mi petición es que sigamos haciendo nuestra parte, ayudándonos unos a otros”, continúa.
“Si hay una lección que nos ha dejado esta pandemia es que juntos, en la fe, podemos hacer más. Y la Iglesia se ha colocado, como Jesús, del lado de los menos favorecidos, y su gracia nos ha sostenido”, concluye en su diálogo con Aleteia.
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