Tiene nombre de apóstol y una ruta para hacer el célebre Camino en plena capital
Hace casi 20 años la Archicofradía Universal confirió carácter y fuerza espiritual a la caminata que cada 25 de julio se lleva a cabo en la capital venezolana, ininterrumpidamente, desde hace 16 años.
Ni la pandemia pudo con esta manifestación de fe en el patrón de Caracas. Es que si bien el recorrido es virtual, cada vez más personas se unen a la experiencia de alegría y esperanza que significa hacer el Camino.
Había prevista una Misa Solemne, envío de peregrinos, pasaporte, señales, hitos y un recorrido lleno de simbología y espiritualidad. Curiosamente, el trazado hace el mapa imaginario de Compostela. La peregrinación era por la paz. Una paz ansiada, buscada y trabajada en medio de la crisis más desastrosa que nos ha tocado vivir a los venezolanos.
El padre Franklin Manrique, párroco del envío puntualiza:
«Dieciséis años son poco, pues creo que toda la vida debe ser siempre un peregrinar hacia la paz definitiva en el encuentro con el Señor, pero también a ser instrumentos y constructores de paz».
El día de Caracas
Caracas fue fundada el 25 de julio de 1567 bajo el nombre de Santiago León de Caracas por Diego de Losada. La versión más aceptada entre los historiadores apunta a que Caracas era el nombre de la tribu que habitaba el valle homónimo, uno de los valles costeros contiguos a la actual ciudad por su norte.
Algunos historiadores, como los cronistas Rafael Rivero Oramas y Nicolás León en su libro Historia de Caracas, cuentan que la palabra Caracas se refiere a una planta consumida por los indígenas a la que llamaban “caraca”, muy abundante en el valle. Era una planta rastrera, parecida al bledo, de la que se alimentaban los toromaymas –aborígenes habitantes del valle para la época- porque crecía silvestre en la zona.
Un león orondo
La ciudad lleva el nombre Santiago en honor a Santiago el Mayor, por el apóstol tradicional de la reconquista española, que era el santo militar de España. León, en honor al apellido del gobernador de la Provincia de Venezuela para la época, Pedro Ponce de León.
Una coalición de tribus de los temidos indios caribes mantuvo a raya a las pretensiones de los conquistadores en sus intentos por colonizar la región de la cordillera de la costa y el litoral central de Venezuela. No obstante, la conocida como Batalla de Maracapana, ocurrida en 1567, consolida el dominio español. El acto protocolar de rendición se realizó intencionalmente el 25 de julio ya que es el Día o Festividad de Santiago el Mayor, patrón de España. Por eso la capital venezolana se llama Santiago de León de Caracas. Su símbolo es un león que muestra orondo el escudo de su ciudad.
Este año, los devotos peregrinos honran al patrono de Caracas, imploran por la paz de Venezuela y el mundo entero. También por el cese de la pandemia y se unen para adorar al Santísimo Sacramento como ya es tradición año a año. La caminata se ha constituido, al día de hoy, en una relevante manifestación de fe de los asistentes.
Bendición de una anhelada imagen
El patrono de Caracas nos acompaña. El presbítero Franklin Manrique González, al frente de la parroquia “María Madre del Redentor”, donde todo comienza:
«La peregrinación por la paz está muy unida al mandato del Señor de evangelizar. Nos ha enviado por el mundo a llevar la Buena Noticia y también nos dice en el Evangelio “la paz les dejo, mi paz les doy”. En el envío nos recuerda el Señor que lleguemos a los lugares de la evangelización y expresemos que la paz esté con cada uno. Esa es una misión del peregrino: Ser mensajeros de la paz y del amor de Jesucristo».
Una de las grandes animadoras y organizadoras de la peregrinación, María Elena Mestas, profesora de la Universidad Católica Andrés Bello, nos decía: “A todo esto se suma una alegría inmensa: la bendición de la preciosa y anhelada imagen donada por la Archicofradía Universal del Apóstol Santiago».
Isolda de Salvatierra, dinámica presidenta de la cofradía del apóstol Santiago en Caracas, aseguró: «Yo creo firmemente en el poder de la oración colectiva. Formulemos peticiones colectivas para que se vaya la pandemia y logremos la paz entre todos. Unidos, con fuerza y oración lo lograremos. Así que perseveremos juntos en la oración por la paz, pues el mundo clama hoy por paz».
Después de todo, Santiago gozaba de la predilección de Jesús Maestro y debe ser ejemplo y motivación para todos los caraqueños. Por lo pronto, él está en un lugar especial entre nuestras devociones.
Lo que llevamos en la alforja
Una entusiasta devota y amiga del camino – relatan- María Rojas de Galicia comentó: «Para mi, ser peregrina, desde que hice el camino en España y recibí mi Compostela. Esto es una bella forma de honrar al Apóstol y, por tanto, al conocer que en Caracas se hacía una versión de ese peregrinaje no dudé en realizarlo. Procuro hacerlo año a año aquí en Caracas hasta que pueda volver, con el favor de Dios, a realizarlo en España. Soy Santiagueña por devoción y peregrina por vocación. Así que animo a todos a que se unan estén en Venezuela o en el exterior».
Caracas cumple en estos días 454 años de fundada y, aunque casi nadie se acuerda de Don Diego, el español que en 1563 emitió una orden según la cual se ordenaba la reedificación y reinauguración del inmenso valle venezolano, nuestra ciudad capital sigue siendo una de las más hermosas y con mayor registro histórico en toda Latinoamérica.
A pesar de estar sumida en un mar de dificultades, Santiago de León de Caracas celebró un año más de vida. Los graves problemas, la crispación de sus pobladores, la soledad en que la ha dejado la diáspora, el deterioro y el olvido se han puesto a los pies del patrono como una súplica por la paz, el regreso de la alegría y la hermandad entre todos los venezolanos. Esas peticiones las llevan los caraqueños en la alforja de peregrinación por el Camino de Santiago en Caracas.
Somos buena noticia
Mestas prosigue, enfatizando en lo más relevante: “Somos buena noticia para los demás en esta Venezuela tan necesitada de luz y esperanza. Con esta bella intención nos unimos con fe y alegría cristiana este domingo 25 de julio, fecha jubilar».
Una maravillosa oportunidad para vivirla en familia y también para sembrar valores como la paz y la solidaridad. Como venezolanos deseamos construir paz, amistad y solidaridad. Pediremos al apóstol Santiago que nos enseñe a vivir como él, bajo la luz de Cristo.
Viviremos, reflexionaba en lo previo a ese gran día, un gran momento de oración en familia para alabar a Jesús Eucaristía, sentido de nuestra fe, de nuestra oración y de nuestra vida.
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