
Una vela sola no reza
pero Tú, Señor,
haz que esta vela que yo enciendo
SEA LUZ
para que me ilumines en mis
dificultades y decisiones,
SEA FUEGO
para que queme en mí
todo el orgullo y egoísmo,
SEA FLAMA
para que calientes mi corazón
y me enseñes a amar.
Señor, no puedo quedarme
mucho tiempo en la iglesia,
ni dejar consumir
esta vela.
Es un poco de mí mismo
que quiero darte.
Ayúdame a prolongar la oración
en las actividades de este día.
Amén.

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