Tiempo después, Brígida, al lado de otras vírgenes consagradas, se estableció en la ciudad de Meath, donde se puso al servicio de los más pobres. Allí obró muchos milagros; entre los cuales se cuenta la curación de Marcos, el extranjero; de dos leprosos, dos mudos y dos ciegos. Es también famoso el milagro de la cerveza atribuido a la Santa, por el que, de un solo barril, habría abastecido a dieciocho iglesias. Son numerosas las historias y también los registros históricos que dan cuenta de cómo a Santa Brígida se le llegó a considerar santa en vida.
Santa Brígida -también llamada Brígida de Irlanda- fundó el monasterio de Kildare hacia el año 513, adoptando la regla de San Cesáreo. Esta decisión impulsó a que otros monasterios adopten o retomen la misma regla. El monasterio de Kildare, con Brígida a la cabeza, impulsó una extensa renovación del catolicismo a lo largo y ancho de su nación.
Santa Brígida ha sido considerada madre espiritual por muchísimas religiosas a lo largo de la historia. Murió el año 525 en Kildare y su cuerpo fue enterrado en Downpatrick, junto a San Patricio y San Columbano.
Oración a Santa Brígida de Kildare
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