La actriz es embajadora de ACNUR para los Refugiados. Ayer viajó a Lviv, acudió a un internado, estuvo en la estación de tren y tuvo que huir cuando sonaron las sirenas
¿Postureo? La actriz estadounidense Angelina Jolie viajó ayer a Lviv (Leópolis), en Ucrania, «para ayudar a los ucranianos», según manifestó a la agencia UNIAN, que subrayó que este era un viaje a título personal.
En la ciudad, que ha sufrido ataques por parte de las fuerzas militares rusas y se considera zona inestable, Jolie visitó un internado que acoge a niños, así como la estación de tren.
Ningún punto de la región cercana a Polonia es seguro en estos momentos, por lo que la opinión pública se ha mostrado mayoritariamente a favor de la artista, que así muestra su valentía y el apoyo a los que sufren a causa de la guerra.
Hay que recordar que el día 25 de abril, sin ir más lejos, Rusia bombardeó una estación de tren y con ella ya iban cinco en todo el país.
Angelina Jolie posee una considerable fortuna (valorada en un patrimonio neto de unos 100 millones de dólares) que, sin embargo, no le ha hecho insensible a la desgracia de otras personas. Es embajadora de la ONU (ACNUR) para los Refugiados y acudió a Lviv, donde conversó con los responsables del internado y se la vio en una cafetería. Momentos después, se le vio ir a toda prisa entre el equipo que la acompañaba, porque se activaron las sirenas de alarma ante un posible ataque aéreo.
Las palabras de la imagen de Angelina Jolie -que es madre de 6 hijos, tres de ellos adoptados- nos sirven a todos para no caer en la rutina, ahora que ya llevamos dos meses de guerra. Llevamos, no llevan, porque la guerra nos afecta a todos.
Llamado del papa Francisco
El papa Francisco insiste en hacer todo lo posible para que la guerra en Ucrania cese. Ha pedido a los católicos y a todas las personas de buena voluntad que se unan a rezar el rosario cada día en este mes de mayo, para pedirle a la Virgen que cese el conflicto.
El medio ucraniano The Kyiv Independent captó el momento en que Angelina Jolie estuvo en un café e incluso hubo tiempo -antes de las sirenas- para firmar una autógrafo muy amablemente a una joven.
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