Los hechos se remontan al año pasado, cuando asistía al aula específica para alumnos con necesidades especiales en el colegio público Mestre Gaspar López en Benidorm, Comunidad Valenciana.
“Le dijeron a mi hijo que se pintara las uñas y él se tuvo que resistir”, ha explicado la madre a la asociación española Actúa Familia.
Según ha detallado Gareeva, recibió un aviso del colegio con el incidente. En él se informaba de que se había leído el cuento “Vivan las uñas de colores”, de Alicia Acosta y Luis Amavisca.
En el cuento, se narra la historia de un chico al que le gusta pintarse las uñas de colores. Un día, yendo al colegio, otros niños le reprochan que eso es de chicas. Él se siente triste y su padre decide pintárselas también.
Cuando habló con el colegio sobre la situación con su hijo autista, le dijeron “que tienen que respetar las instrucciones” que llegan de la Consejería de Educación del gobierno valenciano.
Las indicaciones eran "pintar las uñas a los niños”, subraya Oxana Gareeva, que también ha narrado en un encuentro digital con Actúa Familia que el día 8 de marzo, Día de la Mujer, “le obligaron a llevar cintas lilas en la cabeza, vienen gentes y les dan charlas ideológicas”.
Ese día, Oxana tomó una decisión: “No llevaría al colegio a mi hijo los días que contaran esas cosas”. Así, de cara al curso 2022-2023, presentó el PIN Parental en el centro educativo.
Se trata de un escrito en el que se informa al colegio que los padres deben ser informados por anticipado de cualquier actividad controvertida que se vaya a realizar, para evitar situaciones como la descrita.
La portavoz de Actúa Familia, Irene Luque, considera que se trata de “una actividad ideológica, denigrante, un maltrato psicológico”.
En el caso de niños con autismo, añade, “puede ser especialmente cruento”.
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