Pero no es la única, pues existen al menos otras tres cabezas a las que distintas tradiciones señalan como la del santo, y que son veneradas en países como España o Polonia.
Cada 14 de febrero se celebra el día de San Valentín, decapitado en Roma por casar y asistir a las parejas que querían construir un hogar cristiano, a pesar de la prohibición por parte del emperador romano Claudio II.
San Valentín nació en el año 175 en la ciudad de Terni, a cien kilómetros de la capital italiana. En su ciudad natal también yacen sus restos debajo de uno de los altares laterales de la Basílica que lleva su nombre.
En el siglo III, en tiempos en los que el cristianismo era perseguido, el santo se consagró al servicio de la comunidad de su tierra natal. San Valentín arriesgó su vida muchas veces para administrar los sacramentos, especialmente el del matrimonio.
Existen dos templos católicos españoles que también aseguran albergar la verdadera cabeza del santo decapitado un 14 de febrero.
Se trata de la iglesia de San Antón en Madrid, la capital española, y de la Colegiata de Santa María la Mayor de la ciudad española de Toro, en Zamora.
Asimismo, otro de los supuestos cráneos del santo de los enamorados se custodia en Chelmno, en Polonia.
El cráneo más venerado por los fieles es el que se encuentra en la iglesia romana de Santa María en Cosmedín, donde se conserva en un relicario de vidrio rodeado de flores.
Además de estos cráneos, cuya autenticidad no ha podido demostrarse, otras reliquias del santo se veneran en ciudades como Dublín (Irlanda), Roquemaure (Francia), Glasgow (Escocia), y en Florissant (Missouri, Estados Unidos).
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