La organización informó el 20 de febrero que los donantes aportaron 9.5 millones de euros (cerca de 10 millones de dólares) para financiar 291 proyectos, en su mayoría de ayuda humanitaria.
Parte de esa ayuda se dirigió a 7.447 personas que brindan asistencia espiritual, como sacerdotes, religiosas, religiosos y colaboradores diocesanos.
“Estos hombres y mujeres han permanecido en sus lugares, a veces en situaciones muy peligrosas, manteniendo en marcha la vida y las actividades de la Iglesia, permitiéndole seguir atendiendo las necesidades espirituales y materiales de la población local”, indicó ACN.
A finales del 2022, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) informó que más de 18 millones de personas necesitan ayuda humanitaria en Ucrania, unos 7.83 millones huyeron del país y 6.5 millones son desplazados internos.
Durante el año de guerra transcurrido, muchos seminarios e iglesias acogieron a los desplazados internos.
En ese contexto, ACN proporcionó ayuda humanitaria a 2.274 refugiados. También financió 231 mejoras de cocinas y hornos portátiles, el menaje de parroquias, conventos, seminarios y otras instituciones que ayudan a refugiados.
El trabajo de ACN abarcó igualmente el financiamiento de actividades pastorales y campamentos de verano para 1.712 jóvenes en áreas seguras.
Asimismo, permitió 16 proyectos de formación y retiros espirituales para 3.280 personas, incluidos cientos de religiosos, sacerdotes y catequistas.
Durante la época de invierno y en medio de la crisis energética provocada por la guerra, ACN también proveyó de más de 200 generadores de energía y 79 sistemas de calefacción para comunidades religiosas.
“A estos esfuerzos hay que añadir 25 proyectos de construcción o renovación para mejorar, reparar o ampliar edificios, incluyendo iglesias; tres proyectos de agua y saneamiento y tres proyectos para la instalación o reposición de ventanas”, continuó ACN.
Además de estos proyectos, la fundación pontificia ayudó a sostener a los sacerdotes en su trabajo diario con estipendios. Esas Misas son celebradas por las intenciones de los benefactores.
“Al menos 6.549 sacerdotes recibieron estos estipendios, cuyo beneficio espiritual es incalculable”, indicó.
ACN también ayudó en la compra de 130 equipos litúrgicos para que los sacerdotes pudieran celebrar la Misa en diferentes situaciones y entornos, a veces durante los desplazamientos o en zonas de conflicto.
La ayuda de ACN a Ucrania se distribuyó por todas las diócesis, tanto las de rito latino como las greco-católicas.
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