Los sacerdotes que fueron trasladados en un avión a Estados Unidos concelebraron una misa en la parroquia San Marcos Evangelista en Maryland, instancia en la que recordaron a monseñor Rolando Álvarez, mencionaron padecimientos y cómo ha sido el «ayuno eucarístico forzado»
Reynaldo Ramiro Tijerino Chávez, rector general de la Universidad Juan Pablo II, fue uno de los 222 presos políticos que fueron desterrados desde Nicaragua a Estados Unidos el pasado 9 de febrero.
Este sacerdote, que había sido condenado a 10 días de prisión por acompañar al obispo de la diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de Estelí, monseñor Rolando Álvarez, fue el encargado de presidir una emotiva ceremonia religiosa este 11 de febrero en la Parroquia San Marcos Evangelista en Maryland de Estados Unidos.
Saint Marks Catholic Church Hyattsville
Tijerino Chávez concelebró la misa de agradecimiento junto a otros sacerdotes también desterrados de Nicaragua (entre ellos también Óscar Danilo Benavides Dávila), momento en el que se pidió seguir rezando por Álvarez.
Según una nota difundida por Confidencial, la misa también fue ofrecida por las familias que quedaron en Nicaragua y se pidió oraciones por los 222 presos políticos desterrados.
Con respecto a Álvarez, condenado a 26 años de prisión tras negarse a subir al avión junto al resto de los desterrados, Tijerino Chávez expresó:
«El Señor le está dando esa fuerza y valentía para seguir proclamando el Evangelio allí, en esas circunstancias».
«El Señor nos alimentó»
Antes de la bendición final, el propio Tijerino Chávez contó que este 10 de febrero, después de seis meses, pudieron cortar el «ayuno eucarístico forzado» en la capilla de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos.
«Es feo estar con hambre. Y más cuando pan que se necesita es el de la eucaristía», prosiguió el sacerdote, quien relató que durante el tiempo que estuvieron encarcelados en la cárcel nicaragüense conocida como «El Chipote», «fortaleza tenían».
«Necesitábamos comer. Hacíamos la comunión espiritual (…) Y el Señor nos alimentó», indicó Tijerino Chávez, quien prosiguió un emotivo relato con respecto a cómo han sido los primeros días de su detención en la cárcel, las lágrimas, el temor y hasta una anécdota vinculada a un pedazo de pan que pudo compartir con sus hermanos sacerdotes, algo que también reconfortó.
«¿Cuánto podemos hacer con un pedazo de pan? Este pueblo de Nicaragua está con hambre. Y no solo el hambre material (…) También hay mucha hambre espiritual. Muchos estómagos y corazones hambrientos de Dios. Hambre de justicia, paz y consuelo», agregó.
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Iglesia de América Latina solidaria con Álvarez
Este domingo 12 de febrero, el papa Francisco expresó su preocupación por la situación de Álvarez. «Me ha entristecido mucho la noticia que llega de Nicaragua y no puedo dejar de recordar aquí con preocupación al obispo de Matagalpa, Mons. Rolando Álvarez, a quien tanto quiero, condenado a 26 años de prisión, y también a las personas que fueron deportadas en la Estados Unidos», dijo Francisco tras el rezo del Ángelus.
Es que las repercusiones de lo sucedido con el obispo nicaragüense no han cesado desde que se dio a conocer su condena y fueron varios quienes se han pronunciado. Por ejemplo, el propio arzobispo de Managua, el cardenal Leopoldo Brenes, pidió rezar por Álvarez tras su homilía de este 12 de febrero.
Pero también hubo ecos desde diversas conferencias episcopales de América Latina (como de Argentina o Chile) y en especial desde el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam).
En ese sentido, a través de monseñor Miguel Cabrejos, presidente del Celam, la Iglesia de América Latina ha enviado un mensaje de solidaridad para con la Iglesia de Nicaragua y en especial por quienes «se encuentran injustamente privados de la libertad en Nicaragua, incluyendo a Mons. Rolando Álvarez y a varios sacerdotes».
Debido a esto, este 13 de febrero estaba previsto que la misa de apertura de la Asamblea Regional de Centroamérica-México de la Fase Continental del Sínodo sea ofrecida por la situación de Nicaragua. La ceremonia iba a tener lugar en «la Catedral de San Salvador, donde se encuentran los restos de San Óscar Arnulfo Romero, obispo y mártir por amor a los pobres y a la Iglesia», tal cual se puntualizó desde el propio Celam.
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