El psicólogo Guillermo Dellamary aporta las ideas a tener en cuenta para enfrentar el problema de la ludopatía
Abundan negocios que promueven la ilusión de ganar dinero apostando. Entre casinos, casas de apuestas y aplicaciones en línea, existe una poderosa campaña para que juegues, con tu dinero, a buscar ganar más de una manera fortuita.
La idea es que ganes dinero, sin trabajar y de manera divertida.
Para ello se crea un cómodo entorno, para que vivas unas emociones muy especiales que sólo al apostar se pueden generar.
Esa emoción, que conjuga el miedo a perder y la expectativa de poder ganar, hace que se mezclen entre sí y produce una explosión interna de muchas extrañas y positivas sensaciones. De esta última es de la que te haces adicto, pues además lleva el ingrediente de divertirte, distraerte y nutrir la ilusión de hacerte rico de forma muy atractiva.
Apostar se hace un hábito irresistible, que también conlleva a ir a lugares muy acogedores y establecer relaciones con otras personas que están viviendo el mismo proceso. Son jugadores y apostadores empedernidos.
Endeudados
El problema, es que llegan a un punto en que en vez de ganar, que es muy ocasional que suceda, se repite la idea de que hay que seguirle insistiendo hasta ganar. Y allí es donde se empieza a perder poco a poco, hasta quedar completamente endeudados.
«Ahora sí vamos a ganar»
El drama continúa y se repite, siempre con la ilusión de que «ahora sí vamos a ganar» y una vez más se vuelve a perder.
Sin duda, la ludopatía es difícil de superar, es muy esclavizante, porque se nutre de la fuerte ilusión de ganar, sin trabajar, a la vez de que se divierten, en medio de muchos problemas existenciales y emocionales.
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Qué hacer
Lo primero que hay que hacer es:
–Buscar ayuda profesional y reconocer que se ha caído en una adicción de la cual no es fácil salir solo.
–Limitar, por todos los medios, a dejarles tener dinero a la mano, incluyendo tarjetas de débito o crédito.
-Subrayar, enérgicamente, que el mejor dinero de todos es el que se obtiene con el trabajo. Y hacérselo ver de una manera amorosa.
-No enojarse ni regañar, pues no estamos frente a un mal comportamiento sino ante un problema fuerte de adicción, es decir un síndrome psicopatológico importante.
Ayudemos comprendiendo y acompañando, a que lo acepte y pueda salir del problema. Sin su voluntad y determinación de salir de su ludopatía, no lograremos nada.
Están atrapados en la esclavitud del dinero
En algo que podemos ayudar es en hacerles ver que la verdadera felicidad proviene del mundo interior, de la propia visión espiritual de la experiencia humana y no del exterior o del mundo material. Necesitan comprender que han hecho del dinero su «dios» que lo idolatran tanto que están dispuestos a sacrificar mucho de su vida, con tal de conseguirlo de esa manera.
Es muy importante que comprendan que las más grandes satisfacciones están en los valores de la familia, la amistad y desde luego en la salud física y emocional. Que puedan asimilar que el dinero no lo es todo y que las cosas más valiosas de la vida no se obtienen con dinero.
Es esencial también que recupere la fe en sí mismo y en sus creencias, que voltee más a ver lo bello de la vida espiritual y así se libere de la esclavitud y de la cárcel en la que vive atrapado en el mundo material, tal vez en la codicia y en una ambición desmedida por algo que, muy probablemente, se pueda obtener de otra manera más sana que dedicándose a jugar.
Muchos ludópatas también son adictos a deber
Además de tener la motivación de conseguir dinero por medio de la fortuna y la suerte, también suelen tener la tendencia a deber dinero y a no preocuparles, porque tienen la fantasía de que van a conseguir ese dinero que deben, apostando.
Sienten que en algún momento les llegará un glorioso golpe de suerte, que les hará recuperar lo perdido, y así podrán liquidar sus deudas de una manera más fácil.
Por ello le siguen y le siguen, porque no pierden la esperanza de ganar.
Y como sí les ha sucedido en alguna que otra ocasión, están con la necedad obsesiva de que hay que persistir hasta lograrlo. Esto en la mayoría de las veces los lleva más bien a deber más y a no tener otra opción que pagar con algún bien inmobiliario.
Todo este drama suele ir acompañado de muchas desveladas de alcohol y hasta de drogas que lo mantengan alerta. Lo que complica aún más su situación.
Hay que preguntarles lo que deben y entonces ayudarlos a buscar alternativas para que, con su trabajo, paguen lo que deben, sin recurrir a la fantasía de que ese dinero lo obtendrán apostando.
Es un largo camino el que hay que recorrer a su lado, pero sí tiene solución. Entre la ayuda profesional, la propia voluntad del adicto y una vida espiritual más completa, algo se podrá lograr.
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