Es Marie-José Lallart, fundadora y presidenta de la asociación "Les maillons de l'espoir" (Los eslabones de la esperanza)
Ex funcionaria internacional de la UNESCO a cargo de los programas dedicados a la educación, Caballero de la Orden de la Legión de Honor, fundadora de las asociaciones «Les écoles de l’espoir» y «Les links de l’espoir«, Marie-José Lallart ya ha recibido varias distinciones durante su carrera administrativa y asociativa.
Lallart ha realizado una considerable labor en pro de los niños desfavorecidos y las mujeres víctimas de violación.
Casada, madre, abuela, jubilada y comprometida
El compromiso de Marie-José Lallart con los más débiles no tiene límites y adopta muchas formas. Casada, madre y abuela, miembro del coro de su parroquia parisina, trabajó durante 30 años en la UNESCO a cargo del programa «Esperanza y solidaridad en torno a un globo».
Fundó con Mikaël Silvestre, futbolista internacional, la asociación «Les Écoles de l’Espoir» a través de la cual cientos de niños han podido asistir a la escuela y aprender un oficio en Guinea, Níger, Laos, Brasil, Haití…
Educar a los niños, devolver el honor a las mujeres
Una vez retirada, Marie-José Lallart no para. «Tenía todos los contactos en los países, había proyectos en marcha. ¡No podía parar! ella exclama.
«Mi caballo de batalla siempre ha sido luchar contra la injusticia, especialmente hacia los niños y las mujeres maltratadas. Un sentimiento que sentí cuando estuve por primera vez en Kinshasa. Los adultos son responsables de todos los niños.»
Para llevar a cabo sus proyectos, en febrero de 2018 fundó la asociación «Les Maillons de l’Espoir» con la ambición de ofrecer a los niños en situación de gran vulnerabilidad educación básica, formación profesional (costura, peluquería, carpintería, fontanería) así como una actividad deportiva.
Gentileza Marie-José Lallart
Víctimas de brujería
Su acción se extiende a los niños con albinismo en Burundi, perseguidos con actos de brujería.
Su asociación también se compromete con mujeres supervivientes de violencia sexual (mutilación genital, violación como armas de guerra, etc.), en Bukavu (RDC), en estrecha colaboración con el doctor Denis Mukwege, «el hombre que repara a las mujeres»,Nobel Premio de la Paz en 2018.
Un hogar de convalecientes, la casa Dorcas, acoge a mujeres y les ofrece formación.
«El objetivo es que puedan volver con sus familias, a sus pueblos, y allí ser respetados», explica Marie-José Lallart.
Avec l’autorisation de Marie-José Lallart
Bukavu. Esta ciudad fue mencionada por el Papa Francisco el 1 de febrero cuando recibió en la nunciatura apostólica de Kinshasa a jóvenes víctimas de la barbarie cometida por grupos rebeldes en el este de la República Democrática del Congo.
Conmocionado y conmovido por su espantosa historia, Francisco se cuidó de citar uno a uno estos lugares que «los medios internacionales casi nunca mencionan»:Bunia, Beni-Butembo, Goma, Masisi, Rutshuru, Bukavu, Uvira…
«Renuevo la invitación a quienes viven en la RDC a no rendirse, sino a comprometerse en la construcción de un futuro mejor”, suplicó el Papa. Sin duda, la asociación de Marie-José Lallart contribuye a ello.
Publicar un comentario