En una carta pastoral difundida con el título de “Año de San José en nuestra Archidiócesis”, Mons. Cerro Chaves invita “a toda la archidiócesis a poner la figura e intercesión del Custodio del Redentor en el corazón de nuestra vida diocesana”.
En primer lugar, propone “señalar como lugares de gracia especial las parroquias de nuestra archidiócesis cuyo titular es San José”.
En la Archidiócesis, esas parroquias son la parroquia de San José Obrero de Toledo, la del Patrocinio de san José en Talavera de la Reina y la parroquia de San Mateo de Gerindote, “donde su fiesta tiene notorio arraigo”.
También los santuarios y otros lugares donde la figura de San José tiene una especial importancia: los conventos de madres carmelitas de Talavera, Toledo, Yepes y Consuegra; además de la residencia de ancianos de las Hermanitas de los Pobres en Talavera y el Colegio San José de Fuensalida.
En segundo lugar, el Arzobispo de Toledo propone “celebrar una Vigilia vocacional en todas las parroquias de nuestra diócesis con motivo de la fiesta de San José pidiendo por nuestros Seminarios y las vocaciones al sacerdocio, con ocasión de la campaña vocacional”.
También propone “celebrar con Solemnidad una Misa en honor de todos los trabajadores en la fiesta del 1 de mayo en allí donde sea posible”.
Por último, propone participar en el Simposio “Id a José”, “organizado por el Instituto del Corazón de Cristo y el Instituto Teológico San Ildefonso, en colaboración con las diversas Delegaciones, los días 18 y 19 de junio con diversas conferencias, mesas redondas y actividades culturales”.
Asimismo, Mons. Francisco Cerro Chaves pide que el día de San José, 19 de marzo, “esté precedido por una preparación adecuada a lo largo de los 7 Domingos precedentes a la fiesta de San José”.
Para ello, propone una serie de materiales a los que se puede acceder desde el sitio web de la Archidiócesis de Toledo.
Leer la Exhortación Apostólica Patris Corde
Según señala el Arzobispo Primado de España, el objetivo es “animar a que el modelo y la intercesión de San José acompañe espiritualmente toda la pastoral de nuestra archidiócesis, en las parroquias, movimientos apostólicos, delegaciones diocesanas…”.
Para ello “os invito especialmente a leer y reflexionar en vuestras comunidades religiosas, parroquias, familias y movimientos y asociaciones con la Carta Apostólica del Papa Patris Corde. En esta carta encontramos todo un programa de vida, siguiendo el ejemplo de San José, para nuestra misión como cristianos en este momento de la historia que nos ha tocado vivir”.
Por otro lado, Mons. Cerro Chaves propone meditar sobre la figura de San José contemplando el cuadro de “San José y el Niño”, obra del Greco que “que se conserva en la capilla dedicada al Santo en nuestra ciudad”.
“Contemplando este bellísimo cuadro se nos presentan tres aspectos sobre el Custodio del Redentor que pueden llenar de sentido espiritual las diversas propuestas que por parte del Papa se nos ofrecen para este año de gracia”.
El primer aspecto es San José como caminante. San José “lleva en su mano derecha un largo bastón que parece servir al tiempo de bastón de caminante y de cayado o báculo pastoral”.
“San José camina con nosotros y como nosotros en medio de las pruebas y dificultades de la vida. Y además sale al paso de todos aquellos que en la encrucijada de la historia se encuentran solos o afligidos; por el sufrimiento, las carencias espirituales o materiales”.
El segundo aspecto es San José como protector y guía. “Vemos en el cuadro cómo el santo patriarca al encorvar su extremo superior, nos señala la doble dirección material y espiritual que, en virtud de sus excepcionales méritos, presta al Niño que se arrebuja en su cuerpo de padre bondadoso, buscando y reconociendo su protección”.
“Con él, Jesús y María se sienten seguros. Si hay una institución que necesita particular protección y cuidado en estos momentos de zozobra y desconcierto es la familia”.
El tercer aspecto es San José y su vínculo con la ciudad y la archidiócesis de Toledo. “En el lienzo destaca al fondo, la torre de la catedral, corazón de nuestra vida diocesana congregada en torno al obispo. La imagen que contemplamos en el cuadro del Greco es expresión del cariño que ya se tenía en nuestra ciudad a San José”.
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