El domingo 10 de enero, en respeto de las disposiciones del gobierno para prevenir contagios del COVID-19, una delegación de 50 fieles, diplomáticos y sacerdotes asistieron a la Misa celebrada en la capilla de San Juan el Bautista ubicada en Cisjordania, al oeste del río Jordán.
La Eucaristía fue presidida por el Custodio de Tierra Santa, P. Francesco Patton, que fue acompañado por el Nuncio Apostólico en Jerusalén, Mons. Leopoldo Girelli, entre otros sacerdotes.
“Para nosotros hoy es la Fiesta del Bautismo de Jesús. Conmemoramos cuando Juan el Bautista bautizó a Jesús en el río Jordán”, dijo el P. Patton a The Times of Israel.
“Hoy es una fiesta especial, porque después de 54 años y tres días, tuvimos la oportunidad de celebrar por primera vez nuestra liturgia, la Santa Misa, al interior de nuestro lugar [la capilla] y esto para nosotros es un día muy importante”, agregó.
En su homilía, el P. Patton recordó que la última Misa ofrecida en el Santuario fue el 7 de enero de 1967. “Eran un sacerdote inglés, Don Robert Carson, y un sacerdote nigeriano, Don Silao Umah”, dijo. Los sacerdotes firmaron su nombre en un registro de santuarios que fue recuperado en 2018.
“Hoy, 54 años y 3 días después, podríamos decir que al inicio del año 55 desde que se cerró este registro, al final de esta celebración de la Eucaristía, estaremos reabriendo este mismo registro, daremos la vuelta a la página y en una nueva página podremos escribir la fecha de hoy, 10 de enero de 2021, y firmar con nuestros nombres, para dar testimonio de que este lugar, que se había transformado en campo de batalla, campo minado, vuelve a ser campo de paz, un campo de oración”, agregó.
Después de la Misa se bendijo el convento que custodia la capilla San Juan el Baustista. Posteriormente, los asistentes salieron en procesión hacia el río Jordán, donde los frailes leyeron un pasaje del Libro de los Reyes y luego el P. Patton sumergió sus pies descalzos.
La celebración se realizó 54 años después de que se terminara de limpiar el lugar de las minas que quedaron de la guerra de 1967 entre Israel y Jordania.
After 54 years and 3 days since the last time, the #Franciscan friars of the Custody of the #HolyLand returned to celebrate inside the Church of St. John the #Baptist at Qasr Al-Yahud, on the #Jordan River, the Christian site that commemorates the #Baptism of #Jesus. pic.twitter.com/lF1IuTq1t7
— Custodia Terrae Sanctae (@custodiaTS) January 10, 2021Restauración del lugar del Bautismo de Jesús
En 1932 la Custodia de Tierra Santa compró el terreno “Qasr al-Yahud”, nombre oficial del lugar del Bautismo de Jesús en el Valle del Río Jordán, Cisjordania. Este lugar era visitado por peregrinos desde el año 1641.
Tiempo después, los franciscanos construyeron un convento con una pequeña iglesia llamada San Juan Bautista que fue confiada a los frailes de Jericó.
Sin embargo, en 1967 durante la guerra de los seis días, los franciscanos tuvieron que escapar y perdieron ese lugar de oración. Poco después, todo el terreno se convirtió en un campo minado por lo que se prohibió la entrada a peregrinos y turistas al tratarse de zona militar.
En el año 2000 se abrió un pequeño acceso con ocasión del viaje apostólico de San Juan Pablo II a Tierra Santa durante el Jubileo, pero después de la segunda intifada se volvió a cerrar.
Desde 2011 se realizó una larga operación de desminado en toda la zona y se eliminaron al menos cuatro mil minas.
En 2018 inició un proyecto de 1,15 millones de dólares para la remoción de las minas. La mitad del proyecto fue financiado por el Ministerio de Defensa israelí y la otra mitad por donantes privados. Desde hace tres meses, los franciscanos recibieron nuevamente el convento.
Según la revista israelí, el P. Patton agradeció al presidente de Israel, Reuven Rivlin, por presionar a las autoridades israelíes para completar la limpieza de las minas y rehabilitar el sitio para la adoración de los cristianos.
“Agradecemos particularmente al presidente [Reuven] Rivlin, él fue quien presionó para realizar este tipo de restitución de lugares sagrados a las iglesias y desarrollar el área para los peregrinos”, dijo el P. Patton.
Ocho iglesias están esparcidas por los casi 250 acres de terreno que bordea el lugar donde fue bautizado Jesucristo. Lamentablemente, las minas terrestres todavía están esparcidas en muchas partes del territorio israelí ganado durante la guerra.
Los funcionarios israelíes dicen que entre los 3.000 artefactos explosivos en las cercanías del lugar del bautismo, también hay trampas explosivas colocadas por militantes palestinos, así como explosivos de la época en que el territorio estaba bajo control jordano.
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