Entrevistado por ACI Prensa, Jorge Rivera, presidente nacional del Movimiento Testimonio y Esperanza, explicó a ACI Prensa que la peregrinación virtual “nos va a recordar”, en medio de la pandemia, “que Cristo es Rey de nuestro país, es Rey del universo, es Rey de nuestro mundo”.
“En Él nuestra fe, nuestra esperanza, se reanima todos los días. Hay momentos difíciles, lo sabemos muy bien, pero siempre hay una nueva razón para reanimar el espíritu”, expresó.
La peregrinación virtual se realizará este 30 de enero y la transmisión comenzará a las 10:45 a.m. (hora local), a través de la página de Facebook del Movimiento Testimonio y Esperanza, de Cubilete Oficial, y del canal de YouTube del Movimiento Testimonio y Esperanza.
Rivera reconoció que “en algún momento llegamos a plantearnos la idea de que hay que hacer un Cubilete en una fecha posterior, pero dentro de todo este contexto no podemos dejar de lado una fecha tan importante para miles de jóvenes en todo el país”.
“No podemos dejarnos vencer por esta situación y sobre todo encontramos en el Cubilete, en esta peregrinación virtual, la oportunidad de mandar un mensaje de unidad y sobre todo de solidaridad, encuentro y heroísmo”, señaló.
El presidente Nacional del Movimiento Testimonio y Esperanza destacó que organizar esta peregrinación virtual “es un gran reto” y “hay jóvenes que naturalmente ya se fastidian de estar en reuniones y verlo todo de manera virtual”.
Precisamente para combatir ese tedio, destacó, “buscamos que en esta peregrinación que va a ser el sábado 30 de enero haya un contenido que logre enganchar a los jóvenes”.
“Va a ser una peregrinación llena de sorpresas, porque sabemos que a un joven no le puedes poner un video de una hora que sentado en una computadora, en un celular, porque vamos a perder su atención”, indicó.
Entre las actividades programadas para la peregrinación virtual, añadió, se hará “un reconocimiento, un homenaje a las personas que tristemente se nos han adelantado”. También “va a haber una parte formativa que va a ser fundamental: dar a conocer un poco de la gran riqueza que hoy nos presenta nuestra Madre Iglesia”.
En este evento, destacó, “vamos a sumar a otros países, a otros hermanos porque nos hemos enterado que esta peregrinación es famosa en otros países y muchos no han tenido la oportunidad de estar en este monumento”.
Jorge Rivera lamentó que en medio de la pandemia “la situación nos ha llevado a un entorno donde la pasividad y este estilo de vida donde todo lo vivo desde mi casa, nos ha hecho creer consciente o inconscientemente que no hay mucho por hacer. Es decir, que lo que está sucediendo en las calles, en mi colonia, incluso en mi familia, ya no me compete”.
Esa es la razón del lema “Construyendo el bien común desde las calles digitales”, explicó, pues “hoy lo que me toca es estar en el celular, en la era digital, pero no solamente quedarme ahí, porque es una realidad que hay muchos grupos, movimientos, que no se han quedado con los brazos cruzados”.
“Vamos a dejar el mensaje de que es posible hacer un poco más”, aseguró, y presentarán testimonios “de otros que han seguido colaborando, que desde su trinchera siguen haciendo un poco más por el necesitado”.
En la peregrinación, añadió, “vamos a comentar toda la historia que tiene nuestro monumento, todo lo que ha representado, a lo que se ha enfrentado. Algunos mexicanos tristemente no conocemos, toda la historia”.
“Hoy vemos allí un monumento hermoso pero ha sido demolido, ha sido eliminado, pero la fe no ha sido extinguida”, destacó.
Rivera advirtió que “el contexto actual nos está llevando a una situación donde la fe se busca apagar, extinguir, y por eso recordamos con esta peregrinación que la fe en Cristo Rey no se apaga”.
“Vamos a pasar del encuentro y la solidaridad al heroísmo”, aseguró.
El monumento a Cristo Rey en Silao, Guanajuato
La actual imagen de Cristo Rey que corona el cerro del Cubilete mide 23 metros y fue erigida en 1950 como homenaje a los mártires de la Guerra Cristera. A inicios del siglo XX, la persecución religiosa del gobierno mexicano contra la fe católica, que implicaba las prohibiciones de congregaciones religiosas, limitaciones al culto e incluso la prohibición de que un sacerdote se vista como tal, llegó a un punto en que civiles de diversas partes del país se levantaron en armas.
El Gobierno mexicano respondió con una represión aún mayor y el asesinato de sacerdotes y laicos. Entre los mártires de la Guerra Cristera figura el adolescente San José Sánchez del Río, “San Joselito”, asesinado a los 14 años.
El bando cristero era conocido por sus gritos de “¡Viva Cristo Rey!” y “¡Viva la Virgen de Guadalupe!”.
La actual estatua de Cristo Rey se levanta donde una más pequeña fue dinamitada en 1928 por el Gobierno de Plutarco Elías Calles.
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