El comunicado llega en el momento en que en diferentes entidades del país legislaturas lideradas por Morena están promoviendo iniciativas similares en las que se busca redefinir el matrimonio natural y acoger en la legislación la unión entre dos varones o dos mujeres y llamarlo y equipararse al matrimonio entre hombre y mujer.
«No es cuestión de discriminación sino de distinción: es una realidad innegable que el verdadero matrimonio natural se fundamenta en la esencial complementariedad y capacidad procreadora de los sexos masculino y femenino; y es un hecho que no existe fundamento alguno para asimilarlo a las uniones de personas del mismo sexo, que además supondría una actividad sexual que está en contraste con la ley natural y es intrínsecamente desordenada ante Dios», señalaron en este comunicado, mismo que ha tomado un cariz nacional.
Respetar los principios de la democracia
Otro tema que se aborda en esta carta es el hecho que quienes difieren de la verdad del matrimonio y prefieren otra opción, son una minoría frente a una mayoría; «y, en nuestra cultura democrática, la legislación debe proteger en primer lugar el interés de la mayoría, sin que eso signifique una discriminación, ataque o menosprecio a nadie o a alguna minoría, pues la ley protege a todos».
A los legisladores que comparten la fe en Cristo, los obispos mexiquenses los invitaron a considerar que los matrimonios naturales entre varón y mujer, al garantizar el orden de las generaciones, son de innegable interés público; por lo que los legisladores que creen en Dios tienen el deber moral de expresar su desacuerdo, clara y públicamente, votando en contra de un proyecto de reconocer como «matrimonio» las uniones entre personas del mismo sexo, «pues el voto favorable sería un acto gravemente inmoral».
Acto seguido recordaron que los principios de fe y moral deben estar siempre por encima de consignas de ideología o de movimiento político. «Y esto no es desamparar jurídicamente a esas personas; pues evidentemente, existen otras figuras en el derecho común para recurrir a ellas en su situación», agregaron.
Respetar también a las mayorías
Es un hecho fundamental en la democracia es que las minorías respeten la verdad en la que la mayoría cree. Y no pretendan, injustamente, modificar legalmente a favor de su posición lo que dicha mayoría cree, abundan los obispos del Estado de México.
“Pedimos con todo respeto a nuestros legisladores que no olviden esta característica fundamental de la democracia y la garanticen: fortalezcan la democracia representativa; legislen para la mayoría, no para las minorías; encuentren, si es que faltan, las garantías jurídicas para ellas, pero sin vulnerar a las mayorías”.
Y, finalmente, instaron a los legisladores de esta entidad (y de todo el país) a no olvidar que en ninguna declaración de derechos humanos está reconocido el derecho» de dos hombres o dos mujeres a contraer «matrimonio»; por lo que a estas uniones «no se le debe conceder reconocimiento o equivalencia legal al matrimonio entre hombre y mujer».
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