Son 11 organizaciones ligadas a la iglesia católica, reunidas en la Red CLAMOR, que caminan a paso firme fortaleciendo su trabajo para ofrecer acciones que aseguren el respeto de los derechos y una vida en condiciones dignas, para los miles de extranjeros que escogen este país como su nuevo hogar.
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«En Chile nadie quiere ver el drama y la alta vulnerabilidad que afecta a cientos de emigrantes que llegan a nuestro país. No estamos dando abasto para poder apoyar y mostrar lo que se vive a diario por parte de muchas personas que sufren nuevas formas de trata y esclavitud», afirma a Aleteia, María González Albornoz, presidenta del Directorio de la Fundación Bienvenido Hermano, una de las instituciones que forman parte del capítulo chileno de la Red CLAMOR.
A tres años de su constitución, el 18 de diciembre pasado, en el marco del «Día Internacional del Migrante», las instituciones que forman parte de esta organización, firmaron la renovación de un acuerdo de cooperación y articulación por las personas que se ven forzadas a dejar sus países de origen.
La Red Latinoamericana de Migración, Refugio y Trata de Personas (CLAMOR), tiene como su principal objetivo acoger, proteger, promover e integrar a personas en situación de migración, desplazamiento, refugio y trata de seres humanos; para realizar una acción pastoral local, regional, continental y conjunta, en función del Desarrollo Humano Integral.
De acuerdo con la información entregada por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) y el Servicio Nacional de Migraciones (Sermig), al 31 de diciembre de 2021 la población extranjera residente en Chile llegó a 1.482.390 personas, equivalente al 7,5% de la población total del país. Según las organizaciones que trabajuan la temática, esta cifra aumenta diariamente y se espera un nuevo repunte para los meses de enero y febrero de este 2023.
Proteger al hermano migrante
«Es un sueño que tenemos desde mucho tiempo, es algo que nos ha costado instaurar. Con el trabajo de esta Red hay un camino que podemos iniciar para apoyar a cientos de extranjeros que han llegado a nuestro país, veo que se abre la posibilidad de hablar de los problemas reales que vivimos. No estamos dando abasto para poder apoyar y mostrar lo que se vive a diario por parte de muchas personas», expresa María González.
Jean Louis Pierre, (31 años) llegó a Chile en 2016, después de terminar sus estudios secundarios, tenía muchos sueños, pero lamentablemente la situación política, social y económica que había en Haití, lo llevó a buscar un lugar que le diera seguridad y brindara mayores oportunidades, en Chile la Fundación Bienvenido Hermano lo apoyó para insertarse e iniciar su camino. «Que se fortalezca la Red CLAMOR para mí es fundamental, veo que es algo maravilloso que están haciendo muchas organizaciones para poder ayudar a las personas que vienen a vivir aquí. Es duro entender el sistema chileno y se necesita mucho apoyo para el que llega».
Red Clamor Chile
«El verdadero trabajo de inclusión e integración de una persona migrante, es el acompañamiento en el cual se va viendo que realmente se cumplan las condiciones que permitan aprender, conocer y educarse respecto de la cultura del país al que llegan y las normas que lo rigen», enfatiza la representante de Fundación Bienvenido Hermano.
Tejiendo una Red que cubra el país
«Diariamente, recibimos numerosos mensajes pidiendo apoyo inmediato, asistencia humanitaria urgente por parte de los hermanos que llegan al país. Nos contactan por correo electrónico o redes sociales y es muy fuerte conocer la realidad en la que se encuentran», señala José Tomás Silva, uno de los coordinadores de CLAMOR y representante de Caritas Chile.
Bien conoce de esto Jean Louis, quien expresa: «Cuando llegué no entendía nada, fue un momento muy difícil en mi vida, pero con la ayuda de Dios, en quien tengo toda mi fe siempre, se fueron dando las cosas. Primero conseguí un lugar para dormir y de a poco fui aprendiendo el idioma y pude empezar a estudiar Técnico en Construcción Civil. Ahora en enero, comienzo mi primer trabajo. Todavía estoy tramitando mis papeles para regularizar mi situación y tener las mismas condiciones laborales que todos los chilenos. Sigo en la lucha por mi hijo nacido acá que tiene tres años y por mi mujer que me acompaña».
«Los hermanos migrantes, reconocen a las organizaciones miembro de la Red como instituciones que entregan un apoyo real, especialmente en las líneas prioritarias para ellos como lo es la acogida, alimentación, abrigo, orientación legal y laboral. En tanto, para nosotros, el conocer la experiencia de cientos de personas y familias que han abandonado su tierra iniciando una larga travesía en busca de una vida mejor y que con el tiempo logran salir adelante convirtiéndose en un aporte para nuestra cultura, es lo más significativo. Buscamos continuar con las acciones de trabajo común, que sean más potentes en cuanto a incidencia en políticas públicas», afirma Silva.
En lo próximo, las organizaciones miembro de la Red CLAMOR, preparan su primer encuentro nacional de este 2023, a realizarse en enero y que tiene como uno de los grandes focos, el incorporar a más instituciones que trabajan por los hermanos migrantes en diversas ciudades del país, teniendo claro que cada día son cientos las personas que llegan hasta el último confín del mundo, luego de duras travesías, en búsqueda de un nuevo hogar, una vida mejor para ellos y sus familias.
Para conocer en detalle el funcionamiento de la Red Clamor, la invitación es a ingresar en
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