En conversación con ACI Prensa, días después del fallecimiento del Papa Emérito, el único artista vivo en el mundo con esculturas junto a las de Miguel Ángel Buonarroti en el Vaticano, habló acerca de sus encuentros con Benedicto XVI.
“Cuando te acercabas a él era luz y humildad”, contó emocionado el escultor a la salida de la Basílica de San Pedro tras visitar el cuerpo de Benedicto XVI, enterrado el pasado jueves 5 de enero en las grutas vaticanas.
Para Marco Augusto, Benedicto XVI “era un alma de luz” y aseguró que “va a ser santo”.
Contó, además, que tras su llegada al Líbano, en septiembre de 2012, el Papa Benedicto XVI nombró una de sus esculturas.
El artista español tuvo la oportunidad de agradecerle sus palabras y Benedicto XVI, en su humildad, se alegró por la reacción del escultor.
“Que alguien tan grande sea tan humilde, enseña mucho a todos. Va a ser santo, como era de humilde y de bueno”, comentó el artista a ACI Prensa.
Sobre su último adiós a Benedicto XVI ante su cuerpo presente, Marco Augusto dijo que, al verle, “sentí vida, es una intercesión, es una puerta que se abre a lo divino, él mismo es eso”, aseguró.
Esculturas en el VaticanoLa escultura de mármol de Santa Rafaela María de Porras, que se encuentra en una de las hornacinas diseñadas por Miguel Ángel en el exterior de la Basílica de San Pedro, fue bendecida por Benedicto XVI el 20 de enero de 2010.
Además, Benedicto XVI bendijo en 2011 su escultura de San Marón, una estatua de 6 metros de altura de mármol blanco que también se encuentra en el exterior de la Basílica.
Aparte de estas dos, Marco Augusto Dueñas creó para el Vaticano un relieve de San Juan Pablo II.
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