“El acto de secuestrar es, por decir lo menos, criminal, pecaminoso y degrada la humanidad”, dijo el Arzobispo en la homilía de la Misa que presidió el 10 de enero en la parroquia St. Anthony en la localidad de Yangoji, donde fue secuestrado en noviembre y durante 10 días el P. Matthew Dajo.
“Si las autoridades nigerianas no controlan esto, este acto vergonzoso y desagradable le seguirá dando un mal nombre a Nigeria y ahuyentará a los visitantes e inversionistas en el país”, agregó.
“Sin considerar el motivo del secuestro, dinero o intimidación, debe quedar claro a quienes hacen estas nefastas actividades que la Iglesia Católica en todas partes del mundo llevan la Buena Nueva a los pobres con enormes sacrificios”, dijo el Arzobispo.
De ese modo, precisó el Prelado, “molestar a la Iglesia es molestar a los necesitados”. “Todo lo que tiene y hace la Iglesia Católica es por el bien de todos, sin considerar las diferencias étnicas, religiosas o políticas”, destacó.
En los últimos meses varios miembros del clero han sido secuestrados en Nigeria. El 27 de diciembre fue raptado el Obispo Auxiliar de Owerri, Mons. Moses Chikwe, junto con su chofer. Fueron liberados cinco días después.
El P. Valentine Oluchukwu Ezeagu, miembro de los Hijos de María Madre de la Misericordia, fue secuestrado en el estado de Imo mientras se dirigía al funeral de su padre en el estado vecino de Anambra, en el sureste del país, el 15 de diciembre. Fue liberado al día siguiente.
En noviembre, el P. Matthew Dajo, de la Arquidiócesis de Abuja, fue secuestrado y liberado 10 días después.
En su homilía del 10 de enero, Mons. Kaigama felicitó a los fieles de la parroquia del P. Dajo “por su fuerza y su fe, y por la perseverancia en la oración con la convicción de que él sería liberado”.
El Prelado también rezó por quienes aún están secuestrados y por sus captores, “para que Cristo se manifieste a los perpetradores de tales males como el secuestro, la violación, el asesinato y les permita la conversión de corazón”.
En diciembre el Departamento de Estado de Estados Unidos puso a Nigeria en la lista de los peores países para la libertad religiosa. Además, en marzo de 2020 la Sociedad Internacional de Libertades Civiles (Intersociety) indicó que “no menos de 20 clérigos incluyendo al menos ocho sacerdotes y seminaristas católicos fueron asesinados en los últimos 57 meses y no menos de 50 fueron secuestrados”.
Los obispos católicos de Nigeria han solicitado al gobierno, en distintas ocasiones, que tome medidas estrictas para proteger a sus ciudadanos.
“Es inimaginable e inconcebible celebrar a Nigeria cuando nuestros caminos son inseguros, nuestra gente es secuestrada y vende sus propiedades para pagar rescates a criminales”, dijeron los obispos en un comunicado el pasado 1 de octubre.
Traducido y adaptado por Walter Sánchez Silva. Publicado originalmente en ACI África
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