Nueva York, 03 Jul. 19 (ACI Prensa).- Seis oficiales de la policía de Nueva York honraron la memoria de una bebé de 20 semanas, que fue abortada y abandonada en una calle del condado de Brooklyn (Estados Unidos), al cargar su ataúd durante el funeral.
El funeral fue organizado el sábado 29 de junio por el grupo provida Life Center de Nueva York, en la Basílica de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, a la que asistieron los efectivos policiales. Estos últimos cargaron el féretro hacia el altar de la iglesia, donde un sacerdote realizó el responso.
“Una historia poderosa... En el funeral el bebé tenía 6 portadores de féretros que son policías de Nueva York. Tenga en cuenta que a las 20 semanas es perfectamente legal abortar y arrojar a este bebé en un contenedor de residuos médicos”, tuiteó la líder provida africana Obianuju Ekeocha el lunes 1 de julio.
De acuerdo al medio local Daily News, el cuerpo de la bebé fue abandonado en febrero de 2019 debajo de un árbol. Según testigos, se le encontró al interior de una bolsa negra rodeada de ropa ensangrentada.
El médico forense de Nueva York estimó que el feto tenía aproximadamente 20 semanas de gestación (aproximadamente 5 meses) y que era improbable su viabilidad fuera del útero. Se especula que la madre, cuyo paradero es desconocido, sufrió un aborto espontáneo y decidió deshacerse del bebé en lugar de avisar a familiares o autoridades, indicó el medio de comunicación.
Cuanto el grupo provida Life Center de Nueva York se enteró del deceso, llamó al médico forense para pedirle que les permita brindar un entierro adecuado a la bebé, a quien le pusieron de nombre “Mónica”, en honor a la madre de San Agustín.
Los provida señalaron que el nombre se eligió porque se cree que Santa Mónica le dijo a su familia antes de morir: “Me recordarás en el altar del Señor, dondequiera que estés”.
“Decidimos darle ese nombre. La pequeña Mónica, como todos nosotros, merece dignidad y respeto para vivir y morir”, dijo a Daily News el organizador del funeral, Fred Trabulsi.
Trabulsi dijo también a otro medio de comunicación que “no están juzgando a la mamá”.
“Pero queremos mostrar que la cultura de la vida existe alrededor de la cultura de la muerte que tenemos en nuestro estado y en nuestro país”, apuntó.
La pequeña Mónica fue enterrada en el Resurrection Cemetery en Staten Island, donde existe una sección llamada “ángeles guardianes”, que es reservada para bebés fallecidos a consecuencia del abandono.
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